Sábado.
¡Qué mal he dormido hoy! Unos nervios, una tensión, ¿les gustaré?, ¿les pareceré guapa?
Perdonadme estos nervios, yo en realidad no soy así, pero es que hoy…HOY ES MI DÍA. Las otras piedras que rondan Anguita me han chivado que los arqueólogos andan un poco a lo loco por el pueblo. Que si poniendo fotos, que si preparando guiones, cortando cartón pluma…Una locura, y todo por MÍ.
Pero bueno, voy a dejarme de cuentos. Sobre las 11 y media de la mañana empecé a vislumbrar un par de coches con gente que no conocía aun (¡Qué nervios, gente nueva!), se habían puesto sus mejores galas por mí, pero lo mejor estaba por llegar. Desde el horizonte aparecía la LUREneta y tras ella una verdadera caravana de coches, ¡Y TODOS LLENOS!
La charla empezó hablando de la gente que me construyó. Querían hacer ver a todo el mundo que eran gente como nosotros, que conocían el entorno, los recursos de la tierra en la que vivían, que sabían usar los medios del entorno para aprovecharlo al máximo. Vamos, que no eran trogloditas, como pude oír.
Explicaron también cómo me construyeron, de donde venían mis ortoestatos, (y sí, también tuvieron que explicar que los ortoestatos, son las grandes lajas de piedra que me conforman.), cómo preparaban la tierra para que fuese cogiendo forma, cuales eran mis partes principales, e incluso pusieron una foto mía de cuando era una jovenzuela, para que todos se hicieran a la idea de lo bonita y llamativa que era.
Por último, les dijeron a los visitantes toda la labor que han estado haciendo. Desde desbrozar todo mi entorno y quitarme las marañas hasta las labores arqueológicas propiamente dichas. Pero lo más importante, tal vez de todo, fue concienciar a la gente de que tienen que conocer el patrimonio que tienen a su alcance y que ellos, simplemente han creado un canal para darme voz y que todos me conozcáis, y les hace falta a muchos de mis otros amigos.
Os recuerdo que tengo 6000 años y me han llegado rumores de muchos, muchos yacimientos a través de sus piedrecitas más diminutas, y no paran de decirme que tengo mucha suerte por haber encontrado mi voz.
Pero bueno, no voy a seguir poniéndome filosófica que se me va el hilo de lo que os contaba…Tras el primer pase, la gente comenzó a hacer millones de preguntas, sobre mí, sobre mis constructores, sobre mi entorno, vamos, ¡¡una acogida increíble!! Pero lo mejor estaba por llegar, no se habían ido unos y ya estaban viniendo los de la segunda tanda… ¡Qué barbaridad! ¡Qué de gente! ¡Qué éxito! Esta segunda tanda mucho más cargada de niños me hizo sentirme mucho más viva de lo que jamás habían estado mis restos. ¡Vaya súper experiencia!
Una vez acabaron aquí conmigo, me cuentan mis pajaritos de Anguita, que se fueron a degustar una deliciosa paella con el escultor del pueblo y su mujer. La generosidad brotaba por todos lados. Paella, vino, risas, anécdotas. Esas pequeñas cosas que hacen de una campaña de excavación una aventura sin igual.
No contentos con ello, Benita, se fue con ellos a hacer buñuelos a casa. Les enseñó toda su sabiduría para preparar ese delicioso postre, pero lo que de verdad se olía cuando entrabas a la casa de los arqueólogos era el amor que le ponían por cocinar para todo el pueblo. La verdad es que les dieron las tantas, pero entre risas, vino, limonada y canciones, se les pasó la tarde volando. (Tanto que mira a qué horas estamos publicando…)
El broche final del día consistió en una mesa de debate entre los propios componentes del grupo. Estuvieron haciendo un balance sobre su experiencia, la convivencia en grupo, las cosas que habría que mejorar… la verdad es que son incansables. No les faltan nunca ganas de dejar de mejorar y aprender y eso se nota en que todo, todo, todo lo que salió de ese debate fueron palabras de agradecimiento de todos, tanto a LURE, como al Pueblo, como al resto de compañeros y sobre todo, dejaron claro que esto no habría sido posible sin vosotros, LECTORES, FOLLOWERS, MICROLITERS, FANS. Sois la verdadera razón de que yo, Dolménica, haya llegado tan lejos en tan poco tiempo. Así que ¡GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS!
PD: Esto no ha acabado, hoy estáis todos invitadísimos a la degustación de buñuelos, a la merendola y a participar en la mesa redonda durante esta tarde.
Mil millones de besos y abrazos Microliters y ¡hasta mañana!
Dolménica 